03/04/2017
Me encantan los animales. Por eso me puse muy contenta cuando Mariposa me contó que llegó a la Sala de Préstamos de la Biblioteca Nacional el libro Un zoológico en casa (Editorial Panamericana), de Sergio Andricaín, ilustrado por Olga Cuellar.
¿No sería genial tener un zoológico en casa? Es lo mismo que piensa el niño que protagoniza esta historia. El problema es que no le dan permiso. "Daría cualquier cosa por tener un cocodrilo, pero mi papá dice que no, porque si le duele un diente ningún dentista va a querer atenderlo", nos cuenta el niño. Tampoco le dan permiso para tener una foca, un oso polar ni un canguro. ¡No le dan permiso para tener ningún animal salvaje en la casa! Por suerte, al final encuentra una solución, que mejor no les cuento yo y la descubren ustedes mismos cuando lean el libro. Descubrirán también muchas razones por las que puede que no sea tan genial tener un zoológico en casa.
La Sala de Préstamos es muy grande. Siempre que la visito me quedo un buen rato buscando nuevas lecturas. Fue el Búho Medina, que tiene muy buen ojo, quien me dijo: "Mira, Memoriosa, si te gustan los animales, te gustará este libro también". Se trataba de Animales americanos a mano (Amanuta), de Guadalupe Rodríguez. El libro es muy entretenido, porque explica cómo hacer animales con materiales simples y usando nuestras propias manos. Uno de los animales americanos que más me sorprendió fue el quetzal. Me gustó su nombre, "quetzal", y sus lindos colores. Para hacerlo, necesitaré un tubo de papel higiénico, tijeras, cola fría y géneros coloridos.
Mariposa, que ha recorrido todo el mundo y es amiga de muchos animales, me dijo: "El quetzal es un pájaro muy hermoso. Su cola puede tener hasta un metro de largo. No hay en Chile, pero sí se puede ver en bosques de Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá y Guatemala". El libro tiene muchos animales más para hacer con las manos, como el pájaro carpintero, el cóndor, el jaguar, el zorro, el mono araña y la ballena.
Me divertiré mucho con estos libros, que ustedes también pueden venir a buscar en la Sala de Préstamos de mi casa, la Biblioteca Nacional.
Memoriosa.